Por: Alejandro Bello

La luz que yo observo, ¿la estás observando?

Dudo de tus artes, de tus malas artes, de tus bellas artes.

Me juego la vida, la envidia es tu juego. Vacío y contento, vacío el abismo, abismos vacíos, pero casi muertos.

Esclavo de todos, esclavo de ser, esclavo de estar. Esclavo de fuego, lo siento en mi cuerpo, me quema la piel, me quemas el alma, me queman las llagas del fuego vacío, del fuego que fue, o que nunca ha sido.

Malditas las letras, maldito el sentido, el sentido de las letras, la búsqueda absurda de tanto sentido, la mentira inerte maquillada y bruja, delante de todos, vestida de reina.

La onda expansiva dentro de mi cuerpo, la onda expansiva de cada latido, me llena la boca de sangre, de alma cortante, de vaso hecho añicos. La cuesta de mi calle, de la que fue mía, acaba rompiendo, acaba escondiendo, la luz de este día, con sombras chinescas de melancolía.

Deja de reírte, me asaltan más dudas, de si eres eterna o de si eres mía, de si serás de otros, de si necesitas más almas vacías rondando tu calle. La mía está rota pero no vacía. Parece mi alma, pero de mentira.

Descubro batallas que nunca viví, batallas gloriosas de las que oigo hablar, batallas que, dicen, gané sin esfuerzo. Y odio, con profundo ardor, a aquellos crueles, viles enemigos, aunque sé que nunca los he conocido. Pero juro mil veces que podría matarlos, lo sé con certeza porque siento rabia, la espuma, los ojos antes eran blancos, ahora solo rojos.

Deja de reírte, lo ruego, suplico, pido y necesito. Deja de reírte.

Parece mentira, me abocas a hacerlo, como si quisieras, como tu deseo.

Y si yo lo hago, ya no hay vuelta atrás. Serás mi canción, serás compañera. Serás vida y muerte, serás lo que quieras.

O serás veneno. Serás las cenizas de un ángel caído, serás esas ansias de lo no existido. Serás la penumbra del hueco, el vacío, el paso siguiente donde ya no hay suelo. Donde solo hay aire, donde soy sin serlo.

Me insistes y solo me engendras temores, tumores malignos de desconfianza.

Pero es mi apuesta, me juego el futuro, la vida yo solo, o siempre contigo.

Me atreveré a hacerlo, saldremos de dudas. Rozaré tu piel o rozaré el aire.

Veré si suspiras. O veré que eras luz, sin poder tocarte…