Por: Alejandro Coloma
Un pescador era muy católico y todos los domingos iba a misa. Su nombre era Jorge y tenía 28 años. Le gustaba hacer deporte de 19:00 a 20:15. Su Dios era Jesús. A Jorge también le gustaba pescar.
Un día vio un cartel en el que ponía “se busca pescador». Y él se presentó y no le cogieron, se presentó otro día más y nada, otro día y tampoco. Él hablaba con su Dios Jesús y su mejor amigo Fernando y cuando todo parecía perdido Fernando le dijo “no te rindas”. Entonces lo intentó pero nada, habló con su Dios Jesús y le dijo “sigue intentándolo”. Entonces lo volvió a intentar y lo consiguió. Le dijo gracias a Fernando y a su Dios Jesús. El no se lo podía creer. Llegó a casa agotadísimo y contentísimo. Cenó y se fue a dormir.
Al día siguiente era domingo. Fue a misa y cuando acabó fue a un simulacro de la pesca donde antes de empezar se presentaron e hicieron el simulacro porque decían que iba a hacer una fuerte tormenta, pero a él no se lo habían contado y como el era un hombre que no veía las noticias no se enteró. Otro día de simulacro, otro más, y otro, otro simulacro y un día después de un montón de simulacros fueron a Tabarca y volvieron hicieron un simulacro de que alguien se caía y otro de que había una tormenta gigante. El era el conductor del barco.
Dos semanas antes del viaje les dijeron que tenían que estudiar para un examen que iban a hacerles en una semana y que si no aprobaban no podían ir. Jorge estuvo estudiando de 11:00 a 13:00 de 17:00 a 18:30 y de 20:30 a 21:00.
Era domingo el día del examen, les dieron de 17:00 a 18:30 él lo acabó a las 18:00. A los 3 días les dieron la nota se suspende con un 5’5 para abajo y él sacó un 10, no falló ninguna llegó contentísimo a su casa se lo contó a su familia, a su mejor amigo Fernando y a su hermana Laura y a su Dios Jesús. Cenó y se fue a la cama. Al día siguiente era jueves y tendrían simulacros hasta el domingo.
El domingo se levantó, desayunó, se fue a misa y fue al sitio donde se preparaba para el viaje. Les dijeron que el entrenador estaba malo y tardaría 2 días en recuperarse luego tendrían medio día para entrenar y otro medio día para relajarse.
Y al día siguiente a pescar por fin. Se fue a pescar con el resto del equipo y el capitán.
Salieron a las 20:00. Subieron al barco y ahí comienza la verdadera aventura. Iban a Brasil 7.548 km de distancia. 25 horas para llegar, llegarían a las 21:36.
Más o menos por la mitad del viaje uno se cayó del barco por una ola gigante ahí supieron que se acercaba la tormenta. A las 7:45 llegó la tormenta se cayeron 6 personas de 14 que había, les rescataron y llegó otra ola gigante, que los tumbó a todos prepararon los botes salvavidas por si acaso pero de una ola se los llevó. No sabían qué hacer.
A las dos horas (9:45) paró la tormenta. El barco se rompió en 6 pedazos cada uno estaba subido en un trocito pequeño de madera. Vieron un barco que les subió con la red de pesca, resulta que eran piratas y les colgaron de una cuerda. Ya no sabían que hacer. A lo lejos vieron otro barco más pero se dieron cuenta de que eran seis barcos no solo uno y cuando los seis barcos estaban al lado del barco pirata se dieron cuenta de que esos cinco barcos ¡eran también piratas.! Ahora sí estaban perdidos. Cogieron sus espadas y al capitán.
Le puso la espada en el cuello y le dijeron a Jorge que les tenía que decir a qué habían venido y dijo que a pescar. El pirata no se lo creía y el capitán le dijo “no te lo voy a repetir, a qué habéis venido” y Jorge dijo “ya se lo he dicho, a pescar. Luego íbamos a quedarnos en Brasil cinco días y volver” y el capitán contestó “está bien» y soltó al capitán y entonces como eran la 14:00 dijo el capitán pirata “¿queréis comer?” todo el mundo dijo que sí. El capitán pirata se metió a la cocina y se puso a cocinar.
A las 15:30 comieron antes de probarla Jorge y el capitán que se habían sacado la carrera de farmacéutica pensaban que la comida olía a veneno. Todo el mundo menos ellos y el capitán pirata comieron y Jorge le dijo al capitán pirata “¿Usted no come?» Y el capitán pirata contestó “Yo es que no tengo hambre». A las 16:45 se encontraron a todos muertos.
Apareció el capitán pirata con un cuchillo y dijo “antes sobrevivisteis pero ahora no lo haréis, ha llegado vuestra hora, jajaja”. Jorge contestó “de eso nada” y le pegó un puñetazo pero el capitán pirata lo bloqueó le dio él uno que lo dejó inconsciente y entonces comenzó la batalla entre capitanes.
Empezó golpeando el capitán pirata que se llamaba Lucas. El capitán marinero, que se llamaba Alejandro, lo bloqueó y le pegó una patada en la barriga y un puñetazo en la cabeza. Lo dejó inconsciente.
A las 19:15 se despertó Jorge y a lo lejos vieron un barco. Se escondieron en un armario.
Cuando el barco llegó ya eran las 20:30 e iban vestidos del ejército y encontraron a Jorge y al capitán Lucas. Les sacaron se llevaron a los piratas y se fueron.
Al rato llegaron a Brasil. Cenaron en un restaurante y se fueron a un hotel. Durmieron hasta las 9:45. Se despertaron y fueron al bufet del hotel. Luego se fueron a ver Brasil y comieron en un restaurante que estaba riquísimo se fueron a ver un partido que jugaba la selección Brasileña contra la selección Argentina, después se fueron a cenar y luego se fueron al hotel y cuando llegaron sus maletas no estaban.
Les habían robado. Llamaron a la policía. Fueron a la dirección de una casa donde vivía un ladrón que acababa de salir de la cárcel.
Entró la policía, y el asesino que se llamaba Álvaro, les empezó a disparar con una metralleta. Se tumbaron y fueron arrastrándose hasta placarlo. Le quitaron el arma y le detuvieron.
Al final Álvaro le devolvió las maletas.
Se fueron al hotel y se fue a la cama a dormir.
Se despertaron y bajaron a desayunar vieron la vuelta del partido. Se fueron a comer a un restaurante. Luego volvieron al hotel y después se fueron a cenar. Estuvieron durmiendo hasta las 8:30.
Se despertaron y estuvieron en su habitación del hotel.
Entró el señor de la limpieza y, debido al atraco, le dieron un puñetazo en la nariz y lo dejaron inconsciente. Pasó otra persona de la limpieza y, al ver que no estaba el cartel que se pone en las puertas cuando la habitación está limpia, entró y cuando vio lo que pasó llamo a la policía. Estos llegaron rápidamente, les detuvieron y les llevaron a la cárcel.
El general Alejandro y Jorge se lo contaron al guardia que no se lo creía.
A los tres días alguien les ayudó a escapar.
El general Alejandro y Jorge le preguntaron quién era y resulta que era la mujer del capitán.
Le dijo que había nacido un bebé y perseguidos por la policía robaron un coche y se fueron en avión hasta Alicante dónde nació Jorge.
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