Amor entre Conservas

Por: La Nona

Querido desconocido:

Te vi por primera vez a través de un agujerito que quedó vacío entre las latas de conservas. Parecías cansado. Era esa hora tardía en la que los currantes hacemos la compra en el hipermercado, cuando apenas hay gente y el silencio cansado inunda los pasillos abarrotados de comida y productos de colorines. Tan solo se escuchan las ruedas de los carros, que se mezclan con la música machacona de fondo, rodando por unos pasillos sin sombras.

Y en ese extraño espacio donde nadie se mira, impacientes por terminar el día, mis ojos se clavaron en tus ojos, un segundo tan solo y sentí un agujero, de pronto, en mi corazón. Retiré la mirada. Traté de pensar en otra cosa. Leí la lista de la compra sin ver las palabras. Me temblaban las manos. “¡Idiota!”, pensé. “¡Sólo es un hombre cansado y tú, una mujer sola!”.

Pero cuando llegué al final del pasillo de las conservas, de nuevo me miraste y te miré. Me encontré frente a ti; nuestros carros chocaron. “¡Perdón!”, dijiste. “No me había fijado”, y pasaste de largo. No me atreví a girar la cabeza, pero sentí en mi nuca tu mirada.

Sonó el aviso para que agilizásemos las compras y pasáramos por caja. Me sentí angustiada. Quería ver tus ojos otra vez. Empecé a coger productos de manera alocada, sin mirar. Escudriñaba los pasillos tratando de encontrarte, pero ya no estabas. Y cuando llegué a la caja, tuve tiempo justo de ver cómo salías del centro comercial y cómo volviste la cabeza para de nuevo cruzarse nuestras miradas. Me sentí tonta, infantil, con el corazón a mil por hora, sin que apenas nada lo justificara.

Regresé a la soledad del mantel individual de la mesa y a dormir con mi cabeza reposando en mi almohada de 80, con tus ojos oscuros clavados en mi verde mirada.

El peso de lo cotidiano amortiguó el latido acelerado del recuerdo hasta que, de nuevo, se cruzaron nuestros ojos en el hipermercado unos días después. Nos miramos, sabiendo que ya nos habíamos mirado antes, ¿recuerdas? Y comenzamos a recorrer los pasillos en paralelo, perdiéndonos de vista a veces y buscándonos al llegar a las cabeceras. Llegué a la sección de frutas. Me puse uno de esos guantes de plástico para coger unas manzanas. Sabía que estabas cerca; lo sentía. Comencé a meter las manzanas en la bolsa. Y de pronto te sentí respirar detrás de mí. No me atreví a darme la vuelta. Tenía la vista fija en mis manos; estaba inmóvil, inquieta. Una de tus manos se acercó a mis manos, me quitó la manzana que apretaba con fuerza por los nervios y la dejaste en el montón. Cogiste otra roja, brillante, perfecta y la metiste en mi bolsa. ¿Por qué hiciste eso? Me sentí incapaz de volverme. No podía moverme. Sentí el calor del roce de tus manos a través del plástico de los guantes.

No sé el tiempo que pasó. Cuando pude girarme, no estabas allí. Quería llorar, ¿sabes? El corazón se me salía del pecho, me ahogaba. Tenía que salir de allí. Esto era una locura, un sueño, una fantasía. No estabas allí. No te veía.

No te he vuelto a ver desde ese día. Pero siento tu mirada detrás de mí; siento tu respiración y el calor de tu cuerpo en mi cuello y espalda; siento el roce de tus manos cuando miro la manzana que aún no comí.

Deseo perderme en tus ojos, caer en su profundidad, sentirme como la manzana para que me cojas suavemente eligiéndome de entre todas las otras manzanas y me hagas volar. Pero no sé quién eres, ni tu nombre, nada, aunque siento que te amo.

Escribo esto, te escribo esta carta y la llevaré siempre que vaya a la compra al centro comercial por si choco otra vez con tu carro y la dejo caer en él; por si vuelvo a perderme en tu mirada.

Dejar un comentario

Your email address will not be published.

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable El titular del sitio.
  • Finalidad Moderar los comentarios. Responder las consultas.
  • Legitimación Su consentimiento.
  • Destinatarios .
  • Derechos Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Esta web utiliza cookies, puede ver aquí la Política de Cookies