Por: Ana María Florido Ramos

Un día de primavera, dos golondrinas pequeñitas comienzan a volar alejándose del nido donde hasta entonces habían permanecido, junto con sus otros hermanos y sus papás.

Cansadas de ser su primer vuelo, deciden descansar en un amplio recinto vallado con grandes muros y cercas. Sus ojos se agrandaban más y más, al observar todo lo raro y nuevo que veían.

—¿Qué será todo esto? —preguntó la más desenvuelta.

—¡ Qué tierra más dura! —dijo al fin la más temerosa.

—¿Quién es ese bicho tan raro que camina como nosotros y no vuela?

—¡Eh! ¡Oye!

—¿Es a mí? —preguntó Josuel, que entraba en ese momento en el patio de su escuela y que venía ensimismado, pensando en la regañina que su maestra le iba a dar por llegar tarde otra vez. Josuel no se creía lo que estaba oyendo, ya que no veía a nadie en el patio y no pensaba que dos minúsculas golondrinas hablasen.

—¿O sueño, o veo visiones? —y se restregaba los ojos, incrédulo.

—No sueñas, ni ves visiones, somos golondrinas y hemos dejado nuestros nidos para conocer el mundo.

—¿Quieres ser tú nuestro guía?

Pasados los primeros momentos de estupor y desconcierto, Josuel se acercó a las avecillas y vio lo bonito que tenía su plumaje. Sin darle tiempo a que les tocase, la más decidida le preguntó:

—¿Cómo es que siendo tú un ave no vueles?

—Ja, ja, ja, ¿Qué te hace pensar eso?

—Yo soy un niño. Los niños somos seres vivos como ustedes los animales, pero no soy un ave, ni un animal, yo soy un ser humano.

—¿Un qué?

—Un ser humano. Somos los únicos seres que podemos hablar y pensar y por eso estoy tan sorprendido de que ustedes se hayan dirigido a mí.

—Bien, bien —dijo la más timidilla— y ¿qué es eso que está mareando a mi hermana?

—¿Eso? ¿Te refieres a esa figura?… Ah sí, eso es un círculo.

—¿Un qué…? —preguntaron las dos a la vez.

—Un círculo, es una forma geométrica redonda, que no tiene esquinas —y Josuel se afanaba por hacer gestos y se movía explicando lo que decía.

—¡Ah! Entonces nuestro nido tiene forma de círculo,

—Sí, sí dijo Josuel, si miras al cielo verás otro círculo, el sol, y si miras en el patio, verás que los cubos de la basura, su fondo tienen forma de círculo.

—¿Dónde estamos…?¿En qué lugar?

—Sí, sí se me olvidaba, ustedes han llegado al patio del colegio. El patio es el lugar donde juegan los niños cuando salen a descansar y el colegio es el edificio donde los niños vienen a saber muchas cosas. Por ejemplo el círculo es uno de los conceptos que se aprende aquí.

Josuel siguió contando todo lo bueno que se hacía en el colegio y lo bien que lo pasaba .Mientras tanto la golondrina más desenvuelta al caminar sobre la cinta adhesiva que estaba sobre el patio formando un cuadrado, se lio con ella y deshizo un poco dicha figura.

—¿Qué pasas, qué pasa, por qué se me ha pegado¿

—Eso que tienes pegado es cinta y lo que has estropeado es otra figura llamada cuadrado.

—Sí ya sé —dijo la timidilla que anteriormente la había observado— y tiene cuatro lados iguales y se parece al pa..tio del recreo ¿Es así?

—Perfecto, perfecto, aprendes rápido —gritó Josuel.

—Y esa que tiene dos lados más largos y dos más cortos ¿Cómo se llama?

—Esa se llama rectángulo y es hermana del cuadrado.

…..Ya les había entrado el gusanillo de la curiosidad a nuestras amiguitas, que Josuel no sabía a quién contestar primero.

—Los niños… las personas tenemos nombres, yo me llamo Josuel y ¿ustedes?

—No que va, nosotros somos aves, golondrinas nos llaman y ya está.

—Bueno tú, —señalando a la timidilla— tú te llamarás “Sabelotodo” y tú —dirigiéndose a la más desenvuelta— “Metentodo”

—Para que conozcan ya todo lo dibujado en el patio. Aquello es un triángulo, tiene tres lados.

Y si quieren conocer algo más, esperadme a la salida del recreo y yo me voy porque es demasiado tarde.

—Nosotros también nos vamos porque hoy hemos aprendido bastante: nuestro nido, el sol, la manzana son círculos; el patio, el cristal son cuadrados; la puerta es un rectángulo y el tejado de tu colegio un triángulo.

—Mañana volveremos y nos contarás nuevas cosas.

Así fue como Josuel ya nunca se hacía el remolón para levantarse, y llegar pronto al cole, para seguir contándole cosas a sus amiguitas “Sabelotodo y Metentodo”,