Laura y sus dos Mamás

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Laura y sus dos Mamás

Por: Saturno

Había una vez un pequeño pueblo, en el que vivían muchos niños y niñas. Laura era una niña que vivía en ese pueblo con sus dos mamás.

Una mañana Laura, como siempre, salió por la puerta de atrás de su casa ya que era la única niña sin un papá. Fue a clase sola para que los otros niños no la vieran con sus mamás, pero ellas la vigilaban desde la ventana de casa. Al ser diferente Laura tenía miedo que de que se rieran de ella, y un niño llamado Pedro, le esperaba delante de la puerta del colegio. Cuando Laura llegó, Pedro gritó:

-¡Laura tiene dos mamás! ¡Laura tiene dos mamás!

Al oír ese grito, Laura corrió hacia el lavabo, llorando. Las profesoras le dijeron que no le escuchara, pero Laura se avergonzaba de su situación. Las profesoras riñeron a Pedro, porque burlarse de alguien estaba mal, así que le castigaron sin jugar durante el recreo.

A la hora de la merienda Laura comió sola ya que ningún otro niño se le quería acercar. Ella jugaba sola con sus muñecas intentando no pensar en los otros niños, cuando se le acercaron unos amigos de Pedro para burlarse de ella. Laura siguió jugando con sus muñecas sin hacerles caso, y al cabo de unos minutos los niños se alejaron.

Cuando sonó el timbre del colegio, Laura salió casi corriendo y fue directamente a su casa.

Después de comer, una de las mamás de Laura salió a comprar al supermercado. Laura, desde la ventana del salón de su casa, miraba cómo todos sus compañeros jugaban en el parque sin invitarla a ella. Siguió mirando y vio a unas mujeres riendo mientras miraban a su mamá. Su mamá se giró a ver a las mujeres, les sonrió y siguió andando. Laura pensó que ella tenía que
hacer lo mismo que su mamá si alguien le decía algo, pero era muy tímida para enfrentarse a unos abusones. Laura miró a su otra mamá y las dos se pusieron a hacer tareas de la casa. Cuando su mamá llegó del supermercado Laura enseguida fue a ayudarla para colocar la compra en su sitio. Por la noche Laura se fue a la cama, con los dientes limpios y recién duchadita.

A la mañana siguiente Laura volvió a salir por la puerta de atrás de su casa y se fue al colegio, donde Pedro la esperaba para burlarse de ella. Para su sorpresa, una niña interrumpió el grito de Pedro para poder saludar a Laura. La chica nueva se presentó.

-Hola Laura. -Dijo tímidamente- Ya sé que tienes dos mamás pero yo también. -Dijo la chica nueva-.

Laura vio cómo la chica nueva se despedía de sus mamás. Laura no dijo nada y se fue dentro del colegio. La profesora presentó a la chica nueva delante de toda la clase y ella se sentó al lado de Laura. Durante la merienda la chica nueva se acercó a Laura para jugar con ella y Laura le dejó sus muñecas para jugar juntas. Era la primera vez que alguien quería jugar con ella así que se puso muy contenta hasta que unos niños se acercaron a burlarse. Laura no les hizo caso cuando gritaban que tenía dos mamás.

-Yo también tengo dos mamás y estoy orgullosa de eso. Soy muy feliz con ellas. -Dijo la niña nueva a los chicos-

Los niños al momento se callaron y se fueron. El resto del tiempo en el colegio, Laura y la chica nueva estuvieron juntas y nadie volvió a burlarse. Al acabar el colegio, Laura y su nueva amiga se despidieron. Laura se quedó mirando cómo su nueva amiga se iba de la mano con sus dos mamás y ella volvió sola a casa.

Como siempre, después de comer, Laura miró por la ventana para ver cómo los otros niños jugaban en el parque. Sin esperarlo, sonó el timbre. Una de las mamás de Laura abrió la puerta. Laura fue a mirar quien era y vio a su nueva amiga con sus dos mamás. Les invitaron a pasar y se presentaron. Laura jugó con su nueva amiga mientras sus mamás hablaban.

Más tarde todas se fueron al parque a jugar. Los otros niños las miraron y se rieron. Las madres se sentaron en un banco y se pusieron a hablar. Laura y su amiga jugaban en los columpios cuando unos niños se acercaron a burlarse de ellas.

-Es verdad que tengo dos mamás pero soy muy feliz con ellas- Dijo la chica nueva

-Y yo también soy muy feliz, las quiero mucho- Dijo Laura-

Los niños se alejaron pero una niña se quedó para jugar con ellas. Les pidió perdón por burlarse de ellas. Poco a poco todos los niños hicieron lo mismo. Se avergonzaban de lo que habían hecho. Laura vio a Pedro solo y se acercó a él.

-Ven a jugar con nosotros- Le dijo Laura a Pedro.

-Pero no tenéis papás. -Dijo Pedro

-Somos niños igual que vosotros con papá o sin él- Dijo Laura

Pedro pidió perdón a Laura y se fueron a jugar todos juntos.

Después de ese día Laura se fue siempre con sus mamás al colegio y nadie volvió a reírse de ella.

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