Retahíla de Visicitudes

Inicio / de Humor / Retahíla de Visicitudes

Retahíla de Visicitudes

Por: David

Antes de la pandemia, solía deambular por un sendero hacia una apartada cala con pocos visitantes, excepto yo, aficionado a la soledad. Un lugar donde me enfrascaba en tribulaciones y trataba de ordenar mis ideas sin divagar. Sin embargo esta época de confinamiento por el dichoso Covid-19 ha servido para abrirme los ojos definitivamente acerca de lo deprisa que pasa la vida. Cabe añadir que hace años rebosaba optimismo, imbuido de ilusiones y sueños. Pero el tiempo no pasa en balde y, pese a la cuarentena, es preciso adaptarse a la realidad. Veamos.

Antes, en época bastante remota, estaba hecho un pimpollo de esbelta figura, rasgos agraciados y talante simpático. Con el paso de los años me he convertido en un vejestorio enjuto, de gesto adusto y cubierto de arrugas.

Antes era un chaval delgado y vivaracho. Hoy día soy un fulano algo regordete a raíz de mi afán glotón, reservado y suelo evadirme enfrascado en mis cábalas.

Antes trabajaba en varias faenas a la vez y no acusaba síntomas de fatiga. Ahora, a medida que me he hecho mayor, estoy colmado de achaques y a menudo soporto dolores articulares. Me duelen músculos que no sabía ni que existían.

Antes era un viajero empedernido. Un intrépido aventurero siempre dispuesto a vivir experiencias temerarias. Ahora, repantigado en el sofá del comedor, experimento la engorrosa sensación de estar oxidado como una plancha de latón. Me he transformado en un individuo aburrido, reticente de emprender cualquier salida lejos del hogar por miedo a tener que lidiar con los percances que hubiera de afrontar.

Antes tenía cuerda para rato y bailaba en las discotecas hasta altas horas de la madrugada. Ahora, sin hacer aspavientos como si tuviera una astilla clavada en el alma o quisiera ahuyentar la mala suerte, debo admitir que agarrotado por la falta de ejercicio, ya no estoy para tirar cohetes.

Antes llamaba la atención por una pródiga melena. Ahora luzco una incipiente calvicie jalonada de sienes plateadas.

Antes poseía vista de lince. Ahora está mermada por una galopante presbicia.

Antes destacaba por una notoria capacidad auditiva. Ahora, tras haber cumplido su función durante algo más de medio siglo, la oreja derecha solo la tengo para que haga juego con la otra, que pronto pasará a ser también un mero adorno.

Antes era capaz de correr sin cansarme. Ahora resoplo subiendo las escaleras de casa, pese a sostenerme en la barandilla.

Antes podía recitar poemas enteros de memoria. Sin embargo, ahora chocheo como una gallina clueca.

Y por si fuera poco, cuando era joven al orinar brotaba una fuente que formaba un arco cóncavo hasta caer al suelo, porque disfrutaba de un «nano» enhiesto como el pilar de una catedral. Desde que me he jubilado y me he convertido en un carcamal, trato de no mojarme los pies con el chorrito de pis, porque solo me cuelga un pingajo mustio y arrugado.

Así que ya lo sabéis, amigos. Carpe diem porque al fin y al cabo la vida son cuatro días. Por eso debemos exprimirlos hasta la saciedad para sacarles jugo, porque si se aprovechan bien, es tiempo más que suficiente. Pongo punto y final a esta retahíla de recuerdos con una sonrisa, convencido de que la vida es una aventura asombrosa que merece la pena ser vivida. Como colofón, y antes de bajar el telón de esta historia sobre la retahíla de vicisitudes acaecidas con el devenir del tiempo, debo afirmar que siempre he vivido deprisa, así que confío que mi alma continúe mareando la perdiz incluso cuando durante mi funeral deje con un palmo de narices a quienes velen mis despojos, con objeto de fisgonear por los andurriales celestiales en busca de los favores divinos.

Dejar un comentario

Your email address will not be published.

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable El titular del sitio.
  • Finalidad Moderar los comentarios. Responder las consultas.
  • Legitimación Su consentimiento.
  • Destinatarios .
  • Derechos Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Esta web utiliza cookies, puede ver aquí la Política de Cookies