Zarox y el Equilibrio de Ki

Inicio / de Ficción / Zarox y el Equilibrio de Ki

Zarox y el Equilibrio de Ki

Por: Zarcox

Hola! Soy Zarcox, del planeta Zyros48, me dirijo al planeta Terrum para entregar un cargamento de provisiones y material médico, a 19 de marzo del año 3.021 según el calendario de Terrum. Cierro bitácora de vuelo, pongo el piloto automático y cojo mi ciclo de descanso.

Me dirijo al área de descanso, paso por delante del espejo y me veo deslumbrante con mi color verde claro, mi grácil cabecita en forma de huevo y mi simpática y pequeña trompa que incluye boca y nariz. Cuando esté a punto de llegar me avisará el piloto automático.

Horas después, sonó una voz metálica… biiip! bip! Llegando al punto de destino, bip!…

Zarcox arrojó una bota acertando en el botón a la primera y desperezándose se dirigió a la sala de control.

Sólo habían sido 18 horas de viaje a través del agujero de gusano, se viajaba por el centro del mismo, acercarse a los bordes era la destrucción inmediata, por eso la rectilínea nave llevaba unos sensores extensibles para centrarse en el viaje por el interior del pasadizo interestelar.

Ya estoy entrando en el astropuerto, allí está Berni dirigiendo la maniobra de atraque, bajito, rechoncho y simpático como nadie.

Clonk! Ya está! Se abre la escotilla y salgo con mi mejor sonrisa.

-Hola Berni, aquí traigo vuestro cargamento de víveres y material médico para las impresoras 3D.

-Estupendo Zarcox, dijo Berni. Lo esperábamos ansiosos, tenemos una terrible epidemia y lo necesitábamos con urgencia.

-Vaya! Que mala noticia Berni, comentó Zarcox.

De pronto, un uniformado sujeto con máscara y filtros para respirar me pone un medidor de temperatura entre los ojos y me ofrece una mascarilla, que claro, no me sirve por mi graciosa trompa y que no sé cómo ponerme. Empiezo a mosquearme un poco, cuando de pronto, otro sujeto detrás de él empieza a congestionarse y rompe a toser como un poseso.

Todos damos un salto lateral del susto mientras Berni suelta un gritito de espanto.

-¡Otro contagiado! – dice

Lo miro entre sorprendido y asustado.

-¿Tan grave es?

-Sí, dice Berni, es un terrible virus que se extiende rápidamente por todo el planeta.

-Virus? Digo yo sonriendo, me acerqué al sujeto en cuestión mientras me miraban horrorizados. Extendí los brazos a media altura, respiré profundamente y deslicé sin tocarle, mi mano abierta de abajo y hacia arriba por la espalda del pobre hombre.

De pronto, abrió mucho los ojos, le dio una tos fuerte y profunda a la par que expulsaba por la boca una masa viscosa y redondeada de un hermoso y maligno color anaranjado.

Berni tenía los ojos y la boca abierta, con una cara de asombro como nunca había visto. Le cerré la boca, pasé un brazo por encima de su hombro mientras le daba la factura del cargamento (la más gravosa, siempre llevaba dos, por si acompañaban las circunstancias, je, je..) y le expliqué: es una técnica antigua de curación, jin shin jyutsu, equilibra el ki, la energía interior. Y además se inventó en una isla de tu planeta, querido Berni; es lo que tiene estudiar tradiciones intergalácticas. Coméntaselo a los matasanos de tu Terrum y que se acuerden de que un planeta es como un ser vivo, si se contamina demasiado se os llenará de virus y de bichos terribles, en fin, nada, nada… es gratis Berni, le dije mientras le volvía a cerrar su boca abierta por el asombro y me dirigía al peor antro del astropuerto, después de echarle el ojo a un par de apetitosas aborígenes del planeta Sexti.. Lo que pasaría después .. es otra historia…

Dejar un comentario

Your email address will not be published.

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable El titular del sitio.
  • Finalidad Moderar los comentarios. Responder las consultas.
  • Legitimación Su consentimiento.
  • Destinatarios .
  • Derechos Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Esta web utiliza cookies, puede ver aquí la Política de Cookies