Por: Sandra García

Sam era modelo, se había pasado media vida en pasarelas, salir al escenario era su pasión, se comía el escenario cada vez que ella salía , se nota que llevaba haciéndolo desde que tan sólo tenía 6 añitos. Después de cada desfile, Sam, se quitaba la ropa , descorchaba la botella de champagne y entre las burbujas del jacuzzi disfrutaba de él.

Tom , su novio , era uno de los más prestigiosos hombres de negocios , a Tom no le gustaba demasiado el mundo en el que Sam se movía , ese día le acompañó. Sam, ese día , se los comió a todos con su gran talento, dejando una vez más a todo el personal presente con la boca abierta. Cuando Sam se despidió de todo el equipo que formó parte de ese gran desfile, buscó entre la multitud a Tom, pero Tom no estaba allí.

Sam supuso que quizá le tenía preparada alguna sorpresa, Tom destacaba por sus grandes detalles, siempre la hacía tocar las estrellas en todos los sentidos, y por eso, era la única vez que un hombre había conseguido enamorarla.

Lamentablemente, Sam se equivocaba, él no estaba allí como ella esperaba, igualmente, siguió su protocolo habitual, se desnudó, descorchó una botella de champagne que había encargado al personal del hotel y se sirvió una copa bien fría, se metió en el burbujeante jacuzzi disfrutando de su momento.

Su momento de gloria acabó en cuanto salió del jacuzzi. Envuelta en una pequeña toalla que tan sólo cubría una pequeña parte de su cuerpo, encontró sobre la cama un sobre con su nombre escrito, no los típicos pétalos de rosa que siempre solía dejarle.

Sam abrió el sobre en el que había una carta, Sam la leyó.

“Querida Sam , has estado maravillosa , como siempre , ya sabes que entre todas las mujeres tú eres la más hermosa, eres un diamante al que yo he tenido el placer de poseer durante mis más maravillosos años, te quiero mucho Sam, nunca habrá nadie más maravilloso que tú en este mundo, solo tú has conseguido que mi vida tenga luz , pero estoy cansado Sam, nunca me gustó el mundo en el que te movías, pero te veía tan feliz, que eso me sacaba fuerzas para aguantar, pero esta carta es para decirte que me voy Sam, me voy para siempre, pero quiero que sepas, que mis sentimientos siguen siendo los mismos, y, esté donde esté, tú siempre estarás en mi corazón, te quiero y nunca dejaré de hacerlo.“

Sam rompió a llorar, no concebía la idea de una vida sin él, solo tenía dos pasiones en la vida, las pasarelas , y Tom , y una de ellas, ya la había perdido, seguramente, para siempre.

Sam no iba a rendirse , su empresa estaba a tan solo media hora en coche de allí, así que decidió vestirse, preparar las maletas e ir personalmente a buscarlo, eran las 20:00 pm., en TOM & ASSOCIATES, la empresa en la que trabajaba Tom, sólo quedaba el vigilante de seguridad, el cual no había visto aparecer a Tom durante todo el día y aseguraba que tampoco había llamado, pero Sam no creía una sola palabra, al fin y al cabo, ese hombre era su empleado, así que Sam decidió usar su belleza para conseguir que el vigilante accediera a dejarla entrar, pero como éste le había dicho, no había rastro de Tom por ninguna parte, había registrado cada rincón de su enorme empresa, había visto hasta los registros de llamadas, pero no había registrada ninguna llamada de Tom ni de ningún teléfono sospechoso .

Tom no tenía familia, solo tenía a su padre, con el que no se llevaba demasiado bien, a su madre y a su pequeña y adorada hermana que vivían juntas en la otra punta de la ciudad, se había hecho tarde, pero las circunstancias requerían medidas desesperadas, amaba a Tom por encima de cualquier moralidad, así que sobre las 23:00, se presentó en casa de su madre y hermana, ninguna tenía idea de donde éste podía haberse metido, pero su hermana, con la que se llevaba muy bien , accedió a ayudar a buscarlo.

Como era de esperar, su padre no sabía nada ni tampoco tenía intención de saber donde estaba, así que continuaron con hospitales, una opción bastante inútil ya que Tom no tenía problemas de salud y había dejado bastante claro que se marchaba por su propio pie, acudieron a la policía, quien les aseguró que las mantendrían al tanto si se enteraban de algo, y por último, buscaron en el aeropuerto, donde efectivamente, Tom había cogido un vuelo hacía Los Ángeles, llamaron a todos los hoteles de Los Ángeles, y, en uno de ellos, tras persuadirles de que era de vital importancia saber si estaba o no allí, consiguieron dar con él.

Sam hizo que el personal del hotel le llamara para darle un mensaje esta vez de su hermana, pero no conseguían que Tom les cogiera la llamada, así, que Sam compró las flores favoritas de Tom e hizo que el servicio de habitaciones subiera a entregárselas, pero éste no daba señales, Tom estaba desaparecido, y pese a que el personal en ningún momento le había visto salir de la habitación, no consiguieron hacerse con él, así que, junto a la hermana de Tom, cogieron el primer vuelo a Los Ángeles y fueron a comisaría a explicarles lo que estaba pasando y su extremada preocupación, una vez más, los policías, asombrados por la belleza de Sam, decidieron acompañarla al hotel para que les dejaran subir a la supuesta habitación, el personal del hotel corroboró que Tom seguía allí alojado, subieron junto al personal del hotel, aunque la policía exigió entrar solos, iban un par de agentes, el personal del hotel les abrió la puerta, y, tras entrar, lo que los policías encontraron allí dejaría un gran vacío en el corazón de Sam haciéndola sentir culpable, los agentes encontraron el cuerpo trajeado de Tom dentro de una bañera llena de sangre, Tom había decidido cortarse las venas, era tarde, Tom ya no respiraba.