Por: Rebeca Rivero
Y de repente lo entendí todo.
Llevaba años dormida, resignada y entristecía, todo lo que nos rodea nos hace como somos y en ese tsunami de egoísmo, discriminación e injusticia que nos atrapa, cada vez nos morimos un poco más, casi agonizando logramos agarrarnos a una rama y con un poco más de esfuerzo salimos de él y burlamos a la muerte, y una rabia dentro de nosotros se despierta y es lo que nos da fuerza para encontrar nuestra esencia, a la que volvemos a agarrarnos para no caer, para mantenernos cuerdos.
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