Mi Madre no es Mi Madre

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Mi Madre no es Mi Madre

Por: A.M.C.C.

Mi madre no es mi madre. Dejó de ser mi madre, cuando me recriminó todos los años que me había estado cuidando cuando era pequeña, cuando me pidió que le pagara con dinero los años de sacrificio que hizo por mí.

Dejó de ser mi madre, y pasó a ser la mujer que me parió, cuando me dijo que para ella fui un error, y que vine a este mundo sin ser deseada.

Cuando se murió mi padre me dijo: ¿Por qué no te has muerto tú y no él ?, es culpa tuya.

Cuando me dijo esas palabras, yo estaba postrada en una cama con un ictus.

Ella dejó de ser mi madre cuando me ignoraba en casa, me pegaba e insultaba porque no le daba el dinero que ella me pedía y que decía le debía por haberme cuidado todos estos años.

Ella era dueña de mi cuenta corriente, que vació por completo. Es decir, tenía total acceso a mi dinero de mi pensión de minusvalía y yo era la que tenía que pedirle dinero para cualquier cosa, y normalmente no me lo daba. Ella se quedó con todo el dinero que yo había ganado con esfuerzo, levantándome diariamente a las cuatro de la mañana para ir a trabajar a setenta kilómetros de casa. Había días que volvía a las tres de la tarde a casa lo más pronto, y otras volvía a las siete o las once de la noche, porque trabajaba a días alternos en otros trabajos.

Dejó de ser mi madre cuando mi hermana me echó de su casa a empujones, porque no acataba las órdenes que mi madre me imponía para vivir en casa, una casa que yo también pagué, y ella no lo impidió.

Dejó de serlo cuando mi otra hermana me giraba la cara a tortazos porque no le pagaba lo que ella quería, ella se quedó mirando.

Ella me dio la vida, sí, pero también me la amargó muchos años. Sí, me cuido cuando era pequeña, ahora ya lo he pagado, se lo ha llevado todo, ha vaciado mi cuenta corriente, ha tirado todo lo que poseía y cambió la cerradura de casa y me quedé en la calle. Suerte que aún me quedaban amigos y en su casa me acogieron.

Al pasar los años ella envejeció y se puso mala, tuvo un infarto, y lo primero que hizo fue llamarme para que la fuera a cuidarla, y yo le dije: “con todo el dinero que me has robado contrata a alguien, y si no, tienes otros tres hijos». Y me contestó: ” y el dinero que me debes todavía”.

Yo le colgué el teléfono, ella llamó otras veces para obligarme a volver a casa con sus normas y reglas. Me dijo: “puedes volver a mi casa con las condiciones de antes”, yo no le dejé terminar y le contesté:” Ya estoy en mi casa”.

Ahora ella ya no me llama y por la calle no giramos la vista y seguimos andando.

Ahora yo soy la mala porque dice a sus conocidos amigos que la he dejado sola ahora que está enferma e indefensa.

Ahora yo soy la hija mala de una madre que dejó de ser mi madre hace mucho tiempo.

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